Un patidor culé al cel
Ignoro si era lector d'aquest blog. Potser sí, perquè era un culé de cap a peus. Un autèntic patidor culé que va traspassar la seva passió al seu fill...i de quina manera!!! Fa poc, fins i tot, el Pat Andrews em va confesar que sospitava que ell era la persona que s'amagava darrera d'un dels coneguts seudònims que més animaven els debats d'aquest blog. Al blog hi escrivien amics seus, i fins i tot la persona que, sense dubte, més estimava d'aquest món. I a més aquest blog, editat per un dels seus milers d'ex-alumnes als que va deixar profunda petjada, versaba sobre una de les seves passions. El Barça.
Diuen que avui l'Àlex ens ha deixat. Jo crec que no: que avui ha nascut un nou mite. Almenys, per als que vam tenir la sort de conèixe'l.
Com a últim i humil homenatge, permeteu-me que reproduexi en aquest petit racó culé les paraules que un altre gran, el Pat Andrews, li ha volgut dedicar i que, a més, li ha volgut des d'aquest blog.
Mikelele: força! T'has de sentir orgullòs.
Va per tú Mestre.
El Patidor Culé
Coherencia personal.
La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene
Jorge Luis Borges
Alex García nos ha dejado. Persona de bien, maestro y culé.
Es difícil haber pasado por la Escuela Sagrada Familia y/o por la Cooperativa Claror durante estos últimos treinta y cinco años y que el contacto con él no te haya dejado huella. Como director, como maestro, como miembro de la Junta Rectora de la Cooperativa o como amigo la relación con él nunca podía dejarte indiferente.
Creo que coincidíamos en muchas cosas, aunque también mantuvimos discrepancias notables, desde nuestras respectivas ópticas, él de maestro y yo de padre, en los primeros años de la cooperativa donde las eternas discusiones sobre la “ponencia”, el documento que debía marcar las líneas maestras de funcionamiento de la misma nos llevaron a compartir sesiones de junta hasta altas horas de la madrugada. Nuestra juventud relativa, los tiempos de la transición, nuestras tendencias ideológicas y nuestro Barça nos proporcionaban, sin embargo, más puntos de encuentro que de desencuentro.
Pensar en alguien tan especial con el que no volverás a hablar siempre te genera sentimientos encontrados, por una parte la satisfacción de saber que has compartido cosas importantes con él y por otra la tristeza, sin consuelo, de que ya no volverá a suceder. Si tuviese que destacar algo que siempre me ha impresionado de Alex es su coherencia personal, su capacidad de verbalizar los conceptos y su honradez a la hora de defenderlos. También he admirado siempre su dedicación plena y competente a un trabajo al que dignificaba y con el que se encontraba realizado.
Un hombre honesto que impartía conocimiento y ejemplo al mismo tiempo.
Y llegamos al Barça, motivo de conversación de nuestros encuentros casuales de estos últimos años y donde nuestras coincidencias eran totales. Es difícil ser coherente siendo hincha de un equipo de fútbol, porque en el fútbol desde las desorbitadas cantidades que se manejan hasta las motivaciones y caprichos de nuestros ídolos generan demasiadas contradicciones a personas que pretendemos mantener unas coordenadas racionales en nuestros comportamientos. Se trata sencillamente de aceptar una premisa, la premisa mayor: somos del Barça, nos gusta que juegue bien y que gane. Y a partir de ahí ya se puede intentar ser consecuente, y en eso estábamos. Disfrutamos, comentando la jugada, las dos anteriores temporadas, especialmente por lo bien que jugaba el Barça y luego además por los títulos que ganaron. Y volvimos a las andadas esta temporada en el que el disgusto por lo incomprensible y por determinadas actitudes personales y del equipo nos llevo al hastío de otros tiempos cuando menos lo esperábamos.
Creo que ambos coincidíamos que tenemos pocas posibilidades ni de encuentro ni de desencuentro fuera de este mundo concreto en el que la vida nos hizo coincidir y que también ambos estábamos convencidos que los pensamientos, sentimientos y recuerdos si que forman parte del mundo que compartimos.
En ese mundo, en el de los pensamientos, sentimientos y recuerdos de mucha gente, Alex estará siempre.
Pat Andrews
