Records dels Barça-Espanyol, per Pat Andrews

Firma convidada: Pat Andrews.

"Siempre hay un momento en la infancia en el que se abre una puerta y deja entrar al futuro".
Graham Greene


En mi infancia había dos puertas que se me abrían alternativamente cada fin de semana y de ninguna de las dos tenía la llave. Se trataba de colocarse estratégicamente cerca de las entradas de los socios del Nou Camp y de Sarrià (foto), poner cara de buen chico y esperar que algún socio al que le sobrará un carnet te eligiese por tus méritos (nunca sabré cuales erán) y te hiciese pasar con él. Una vez dentro la sensación de libertad era total, en mi caso daba unas gracias rápidas y agradecidas y desparecía corriendo entre la gente hacia cualquier entrada en la que ya no hubiese más controles para ver lo antes posible ¡el campo!, allí, en aquel momento era consciente que aquella tarde había triunfado.

Las tardes más aciagas en las que mis dotes de conquista no habían funcionado en el campo del Español aún tenia el recurso de acceder, es decir intentar colarme, por una especie de riera no asfaltada que lindaba entre el campo y "Piscinas y Deportes" donde si no había "grises" a caballo era posible acceder al campo no sin pasar algunas complicaciones y pueblas atléticas: saltos de vallas, de altura y 32 metros lisos.

En el campo del Barça creo que colarse no era posible o yo no conseguí descubrir como hacerlo y eso que le daba una vuelta completa antes de marcharme con mis ansias de triunfo maltrechas y oyendo como se iba alejando el rugido del estadio mientras yo avanzana por travesera de Las Corts de vuelta a casa.

De esta manera y antes de conseguir entrar regular y oficialmente y como un triunfador reconocido por la sociedad en campo del Barça con mi tio y al campo del Español con entradas conseguidas por distintos procedimientos puedo guardar recuerdos más o menos exactos de jugadores que he visto vestidos de blaugrana y blanquiazul: Ladislao Kubala, Cayetano Re, Marcial Pina. También he visto en directo con la camiseta blanquiazul al presidente honorífico del Real Madrid, Alfredo Diestefano ¿Como no tiene que ser un poco merengue el color blanco de la camiseta del Español?

He visto a Fernado Daucik alinear a su hijo Yanko en Sarría con la afición dividida entre defensores y detractores de un jugador de los que en la grada son reconocidos como "tochos", tipo Martí Filosiá al otro lado de la Diagonal. (Marti Filosíá, Carles Rexach y Luis Pujol, contra los que llegue a enfrentarme cuando jugaban en el amateur del Barça y yo era portero del Sans).

Me acuerdo de los marcajes de Benitez a Gento hasta que unos mejillones le hicierón cruzar una calle e instalarse definitivamente en el recinto contiguo al Nou Camp.Recuerdo a jugadores de distintas épocas que marcarón definitivamente mis sentimientos con la pasión por el fútbol: Eulogio Martinez, Evaristo de Maceda al que llegue a conocer personalmente e ir a su casa a jugar con sus hijos, recuerdo a Zoltan Czibor (foto), la cabra loca, centrando y a cabeza de oro, Sandor Kocsis, rematando.

En algún momento de mi infancia la puerta de mis sentimientos se hizo más blaugrana que perica. Es un dato, no tiene ni explicación ni justificación, aunque podría encontrar muchas algunas accidentales otras más profundas, pero lo que si es cierto es que inamovibles. Luego el tiempo ha seguido poniendo jugadores, partidos, derbys, decepciones y triunfos en mi historia futbolera hasta llegar al Español-Barça de esta noche donde un posible resumen personal a "tot plagat" sería:siempre quiero que gane el Barça y que el Español cuando esta en segunda suba a primera división.